Descubriendo el fondo marino de las Islas Gili
La excursión se puede hacer en alguno de los barcos que se dedican expresamente a este tipo de excursiones, y que suelen cobrar entre 100.000 y 125.000 rupias por persona. O… como hicimos nosotros, negociar con una barca de pescadores y sacarle un buen precio para hacer la excursión por libre.
En nuestro caso, el encargado de la negociación fue nuestro amigo Toni, negoció un barco de pesca para las dos familias, en total eramos 8, por 900.000 rupias.
Como podéis ver, el precio nos habría salido prácticamente por el mismo precio en los barcos de excursiones, pero nosotros ganábamos libertad para estar en cada punto de buceo el tiempo que quisiéramos, ir los 8 bastante cómodos en un barco bastante grande, tener a uno de los pescadores que se tiraba al agua y nos enseñaba los puntos interesantes, etc…
Además de bucear, también les pedimos que llevaran cañas de pescar, ya que a los peques les apetecía pescar. Aunque no cogieron nada, lo pasaron genial intentado coger algo para la cena.
La excursión se basa en ir bordeando las islas parando en varios puntos donde se puede hacer buceos en zonas de coral para poder ver peces. Aunque estábamos tan emocionados, que no hicimos muchas fotos en las zonas de coral. Además pudimos ver varias tortugas alimentándose tranquilamente.
La zona de las islas Gili es un lugar muy bueno para realizar excursiones de snorkel durante un viaje a Indonesia, aunque debido a la sobre explotación turística y la falta de respeto de mucha gente, el coral no se encuentra en las mejores condiciones, una pena.
Al llegar a una zona de buceo cerca de Gili Trawangan, vimos a bastante gente arremolinada en el agua, algo estaba pasando….
Muy cerca de la orilla descubrimos que la protagonista de tanta expectación era una enorme tortuga que estaba comiendo tranquilamente a una profundidad de un metro de agua.
Os podéis imaginar lo que supuso para los niños, sobretodo para Zoe, tenía a una tortuga al alcance de la mano…
Desde aquí volvimos a coger el barco para dirigirnos a un punto de buceo cerca de Gili Meno.
Además en el restaurante tenían un pequeña “piscina” con tortugas que cuidaban para soltarlas una vez que alcanzaran el tamaño suficiente para valerse por ellas mismas.
Las caras de las niñas rebosan felicidad 🙂 🙂