Durante años habíamos escuchado la manida frase de que a “India, la amas o la odias”, pero creemos que un viaje a India va mucho más allá de una frase tan banal, lo que realmente producirá India en ti, será una diversidad de sentimientos encontrados, un cúmulo de sensaciones y emociones que modificará tu estado de ánimo innumerables veces.
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India, el país por el que merece la pena “Sentir”
Tras nuestro recorrido por India, algunas personas nos han preguntado ¿Qué tal el viaje? si nos ha gustado la India, si ¿la amamos o la odiamos? Lo más triste es que la gran mayoría de personas que nos dicen esta frase no han estado en India, y muchos de ellos nunca lo harán.
Es difícil explicar con palabras lo que realmente produce la India en muchos viajeros, pero para nosotros, es un país que nos ha provocado una gran diversidad de sentimientos, emociones y sensaciones. Y aún más difícil de explicar seguramente sea para nuestras hijas, que a sus 16 y 13 años, y a pesar de su experiencia viajera, se han encontrado con un país caótico, sucio, precioso, amable, tranquilo, bullicioso, dulce, amargo, picante… y tantos otros tipos de adjetivos que lo pueden definir, y todos ellos, posiblemente solo con caminar 15 minutos por una ciudad India.
Muy importante deciros, que no vamos a mostrar fotos de penurias, suciedad, o pobreza, porque siempre aparecen personas en esas fotos, y queremos respetar su situación. La gente que veréis en las fotos, siempre nos pidió hacerse una foto con nosotros, a lo que accedimos, incluso nos mostraban en videos a familiares, y estaban encantados de poder hacerse fotos con nosotros, para que nos las lleváramos de recuerdo también, incluso nos pusieron varios bebes encima para hacernos ellos fotos cogiéndolos…
Por eso, vamos a intentar explicar parte de este cúmulo de sentimientos que India ha provocado en nosotros, para que conozcas lo que puedes sentir si decides viajar a este país. Ante todo, te pedimos que los leas detenidamente, pero que llegues hasta el final, ya que el último es para nosotros, el sentimiento más importante que nos llevamos de nuestro viaje.
1.- Felicidad
La primera emoción que sentimos al comprar nuestros vuelos para India nos provocó un sentimiento de inmensa felicidad. Llevábamos años esperando para poder realizar este viaje, y por fin íbamos a cumplir nuestro sueño.
El sentimiento de felicidad nos volvió a invadir cuando pisamos el país, y vimos que por fin teníamos Delhi a nuestros pies y comenzábamos a explorar este gran país.
2.- Preocupación y estrés
Cuando pisamos la calle por primera vez, y comenzamos a recorrer las atestadas avenidas de Delhi, a ver que era casi imposible cruzar una calle sin jugarte literalmente la vida, pudiendo ser atropellado por Rickshaw, una moto, un coche, un camión, un autobús o cualquier otro vehículo que se te pueda ocurrir, empezamos a sentir preocupación y estrés.
Tener que deambular con nuestras hijas por esas calles atestadas de tráfico, de vehículos pitando constantemente y de conductores de Tuk-Tuk intentando llevarnos, nos provocó un gran agobio, y más con el temido jet-lag que padece todo viajero que cambia de hora, y además apenas ha dormido.
Tras las primeras visitas, y cogiéndole el truco a los transportes, gracias al regateo, o a Uber, vas dominando la situación, y sintiéndote más cómodo, además de prevenir las situaciones con las que te vas encontrando. Cruzar una calle ya no es tan complicado, negociar por cualquier cosa entra dentro de lo normal…
3.- Euforia y entusiasmo
Habiendo reconducido la situación comenzamos a visitar lugares infinitamente bellos o simbólicos… el Fuerte Rojo de Delhi, el templo Sij, la mezquita o el Mausoleo de Gandhi.
Estos lugares generaron gran euforia en nosotros, por poder conocer, visitar y disfrutar de un país increíble, con monumentos soñados como el Fuerte Amber, el Desierto del Thar, la ciudad rosa de Jaipur o un entusiasmo desmedido al pensar que veríamos un amanecer en el impresionante Taj Mahal.
4.- Enfado e indignación
Estos sentimientos fueron apareciendo durante el transcurso del viaje, conforme empezamos a darnos cuenta de que para mucha gente en India no éramos más que un “billete andante”, alguien al que intentar sacarle lo máximo posible de la forma que fuera.
Fueron muchas las veces en que nos intentaron engañar, diciéndonos que ese transporte no está disponible, que algo vale cuatro veces más de su precio real, que para entrar algún lugar has de pagar a tal o cual persona…
Al principio, lo tomas con filosofía, pero conforme la situación se repite una y otra vez, y encuentras personas desagradables, que te contestan mal cuando tu estas siendo educado, o que nos intentaron engañar descaradamente, surgieron en nosotros “momentos” de enfado o indignación.
Pero no llegaron más allá de ser “momentos”, pequeños lapsos de tiempo en los que te cabreas o medio discutes con alguien, pero que en seguida se olvidan, porque cuando lo meditas, te das cuenta que muchas de estas personas viven solo de «esto», del turismo y de lo que consiguen sacar del «turista», bien sea porque lo llevan a una tienda de un conocido y se llevan una comisión, bien porque ese conductor te cobra algo más de dinero, etc.
Al final, terminas dando propinas a casi todo el mundo, muchas veces incluso más dinero en la propia propina, que en lo que te ha costado por ejemplo, el tuk-tuk.
5.- Esperanza y bienestar
Una de las sensaciones más bonitas que pudimos sentir vino dada por la convivencia en paz y armonía, en algunas zonas que no en todas, de las distintas religiones que tiene presencia en India.
No es raro encontrar un templo hindú junto a uno jainista, una mezquita cerca de un templo budista, o un templo Sij frente a una mezquita. La tolerancia entre las diferentes religiones en este país nos generó esperanza de que en algún momento, aquellos que habitan en otros países, tomen ejemplo, y se puedan acabar las guerras por causa de la religión, creencias o etnias.
Fue maravilloso ver como nos intentaban explicar y hacernos entender la simbología de un templo hindú, o como en el Templo Sij de Amritsar, el más importante de esta religión, se da de comer todos los días de manera gratuita a miles de personas, y todo el mundo es bienvenido.
Poder disfrutar de la espiritualidad de estos lugares sagrados, nos hizo disfrutar mucho del país, y sentir un estado de bienestar cada vez que visitábamos un templo, fuera de la religión que fuera.
6.- Miedo y culpa
India es un país sucio, con condiciones higiénicas que distan mucho de ser las adecuadas, tanto en alimentos, como en edificios e infraestructuras, calles, algunos hoteles y en casi en gran parte de lo que te rodeara en tu viaje. Ojo, no en todos lados, pero si os gusta explorar, visitar, recorrer y sentir la India, os encontraréis mucha suciedad.
Seguramente esto derivó en que nuestra hija mayor se pusiera enferma, con varios días con fiebres muy altas, muchos dolores estomacales, molestias intestinales, mareos, angustias, y una larga lista de síntomas que nos hicieron asustarnos mucho.
En este momento surgió el miedo y la culpa, miedo porque fuera algo grave, estando en una ciudad algo alejada de las principales urbes, y culpa por ser nosotros los que la hemos llevado a un país extraño, con medidas de calidad e higiénicas de los alimentos, que no son las óptimas para la alimentación de un niño.
Pero para todo esto, siempre contratamos un seguro de viaje en condiciones, que hasta ahora nunca habíamos tenido que usar, pero esta vez lo usamos y menos de 1 hora nuestra hija estaba en una clínica haciéndole una prueba de malaria, una ecografía, analítica de sangre y orina y varias pruebas para determinar que le sucedía y mandarle un tratamiento.
Por suerte, fue una simple infección intestinal provocada posiblemente por algún alimento en mal estado. Por ello, nuestra recomendación, es tener mucha precaución donde coméis, y a ser posibles siempre productos cocinados.
7.- Diversión y disfrute
Nos divertimos, nos reímos, lo pasamos francamente bien durante el viaje, y esas sensaciones, esos recuerdos y esos momentos, han hecho de India un destino inolvidable.
La India tiene lugares bonitos hasta decir basta, preciosos templos Jainistas, mausoleos funerarios maravillosos, fortalezas inexpugnables, gente divertida, comida deliciosa y miles de planes divertidos que te harán disfrutar a cada momento.
8.- Tristeza, frustración y vergüenza
Como decíamos, aquí no veréis fotos, no creemos que tengamos derecho a exponer determinadas situaciones. Este punto casi merecería un artículo aparte, y te afectar más o menos en un viaje en función de tu forma de ser, pero nosotros lo hemos pasado muy mal por la calidad de vida de mucha gente en India. Aunque se supone que legalmente el sistema de castas dejó de existir hace muchos años, oficiosamente sigue más vivo que nunca. Y aunque en las zonas más modernas está menos presente, en el mundo rural, será muy difícil que se erradique.
La diferencia de clases en India está muy presente, y la pobreza es algo visible a cada paso, con gente no solo pobre, sino que viven en la indigencia. Esto provoca que alguien que nace muy pobre tendrá muy difícil salir de la pobreza, por no decir imposible.
Quizás era para lo que íbamos menos preparados, y sobre todo para ver a ancianos mendigando por la calle, niños pequeños descalzos, mugrientos y ayudando en tareas adultos, y todo lo que la pobreza social conlleva, que nos provocó una sensación de profunda tristeza, frustración y vergüenza porque un país que quiere despuntar en el campo económico y tecnológico no pueda atajar esta lacra para su pueblo.
9.- Pero, en resumen, Amor, Añoranza y Deseo de Volver
Pero a pesar de los muchos sentimientos negativos sentidos, la balanza de nuestro periplo por India fue muy positiva, y volvimos enamorados de un país dinámico y vibrante, añorando los días tan intensos que vivimos y deseando poder volver a seguir conociendo distintas zonas del país.
Porque la India es mucho más que amor u odio, la India es un país maravilloso, con grandes choques culturales, con sentimientos agridulces, pero con mucho que ofrecer al visitante, mucho que poder disfrutar y vivir de manera intensa.
Así que nuestra recomendación final es… Visitar India, el país de los Sentimientos!
Amante de los viajes con mochila, y siempre pensado en el próximo viaje, y en transmitir a mis hijas la pasión por viajar y por conocer mundo, culturas, religiones y vivir nuevas experiencias. Viajar es educar, viajar es comprender, viajar es empatizar. Viajar es el mejor regalo que les puedo ofrecer.
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