Durante años habíamos escuchado la frase de que a “India, la amas o la odias”, pero tras nuestro viaje a India creemos que lo que te llevas de un país como India, va mucho más allá de una frase tan banal, lo que realmente producirá India en vosotros, será una diversidad de sentimientos encontrados, un cúmulo de sensaciones y emociones que modificarán vuestro estado de ánimo innumerables veces.
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India, el país por el que merece la pena “Sentir”
Tras nuestro recorrido por India, algunas personas nos han preguntado ¿Qué tal el viaje? si nos ha gustado la India, si ¿la amamos o la odiamos? Lo más triste es que la gran mayoría de personas que nos dicen esta frase no han estado en India, y muchos de ellos nunca lo harán, y solo repiten lo que han oído decir… India, amor u odio…
Es difícil explicar con palabras lo que realmente produce la India en muchos viajeros, pero para nosotros, es un país que nos ha provocado una gran diversidad de sentimientos, emociones y sensaciones.
Si para nosotros como adultos es complicado, aún más difícil de explicar será para nuestras hijas, que a sus 16 y 13 años, y a pesar de su experiencia viajera, se encontraron con un país caótico, sucio, precioso, amable, tranquilo, bullicioso, dulce, amargo, picante… y tantos otros tipos de adjetivos que lo pueden definir.
Para nosotros es muy importante deciros, que en este artículo no vamos a mostrar fotos de penurias, suciedad, o pobreza, porque siempre aparecen personas en esas fotos, y queremos respetar su difícil situación. La gente que veréis en las fotos, siempre nos pidió hacerse una foto con nosotros, incluso hacían videollamadas con familiares, y estaban encantados de poder hacerse fotos con nosotros, para que nos las lleváramos de recuerdo también, incluso nos pusieron varios bebes encima para hacernos ellos fotos cogiéndolos… no entendimos el porqué, pero les hacia gracia que cogiéramos a sus hijos.
Aunque es muy difícil, vamos a intentar explicar parte del cúmulo de sentimientos que India ha provocado en nosotros, para que conozcáis lo que se puede «sentir» si decidís viajar a este impresionante país.
Ante todo, os pedimos que los leáis detenidamente, pero que lleguéis hasta el final, ya que el último sentimiento es para nosotros, lo más importante que nos llevamos de nuestro viaje.
1.- Felicidad
La primera emoción que sentimos al comprar nuestros vuelos para India nos provocó un sentimiento de inmensa felicidad. Llevábamos años esperando para poder realizar este viaje, y por fin íbamos a cumplir nuestro sueño.
Era un viaje que sabíamos que iba a ser complicado hacerlo con nuestras hijas más pequeñas, y queríamos que ellas fueran capaces de interiorizar y vivir India, por ello habíamos esperado a que tuvieran una edad adecuada a nuestro parecer.
El sentimiento de felicidad nos volvió a invadir en cuanto pisamos el país, y vimos que por fin teníamos Delhi a nuestros pies y comenzábamos a explorar este gran país.
2.- Preocupación y estrés
Cuando salimos a la calle por primera vez, y comenzamos a recorrer las atestadas avenidas de Delhi, vimos que era casi imposible cruzar una calle sin jugarte literalmente la vida, pudiendo ser atropellado por Rickshaw, una moto, un coche, un camión, un autobús o cualquier otro vehículo que se te pueda ocurrir, en ese momento nos sobrevino una sensación de preocupación y estrés.
Tener que deambular con nuestras hijas por esas calles atestadas de tráfico, de vehículos pitando constantemente y de conductores de Tuk-Tuk intentando llevarnos, nos provocó un gran agobio, y más con el temido jet-lag que padece todo viajero tras el cambio de hora, y además apenas haber dormido.
Pero tras las primeras visitas, y cogiéndole el truco a los transportes, gracias al regateo, o a Uber, fuimos dominando la situación, y sintiéndonos más cómodos, además de prevenir las situaciones con las que nos íbamos encontrando. Cruzar una calle ya no era tan complicado, negociar por cualquier cosa entraba dentro de lo normal…
3.- Euforia y entusiasmo
Habiendo reconducido la situación comenzamos a visitar lugares infinitamente bellos o simbólicos… el Fuerte Rojo de Delhi, el templo Sij, la mezquita o el Mausoleo de Gandhi.
Estos lugares generaron gran euforia en nosotros, por poder conocer, visitar y disfrutar de un país increíble, con monumentos soñados como el Fuerte Amber, el Desierto del Thar, la ciudad rosa de Jaipur o un entusiasmo desmedido al pensar que veríamos un amanecer en el impresionante Taj Mahal…
4.- Enfado e indignación
Estos sentimientos fueron apareciendo durante todo el transcurso del viaje, en el momento que empezamos a darnos cuenta de que para mucha gente en India no éramos más que un “billete andante”, alguien al que intentar sacarle el máximo dinero posible.
Fueron muchas las veces en que nos intentaron engañar, diciéndonos que ese transporte no está disponible, que algo vale cuatro veces más de su precio real, que para entrar algún lugar has de pagar a tal o cual persona… Obviamente no eran todas las personas y en todo momento, pero si que es cierto que fue el primer viaje, en el que llegamos a saturarnos.
Al principio, lo tomas con filosofía, pero conforme la situación se repite una y otra vez, y encuentras personas desagradables, que te contestan mal cuando tu estas siendo educado, o que te intentan engañar descaradamente, aparecieron en nosotros “momentos” de enfado o indignación.
No es que no hubieramos vivido nunca este tipo de situaciones, ya que en países como Marruecos, Tailandia, Vietnam, etc, ya lo habíamos vivido, pero en India, y sobre todo en la zona del Rajasthan, llegó a extremos por los que nunca habíamos pasado.
Pero no llegaron más allá de ser “momentos”, pequeños lapsos de tiempo en los que te cabreas o medio discutes con alguien, pero que en seguida se olvidan, porque cuando lo meditas, te das cuenta que muchas de estas personas viven solo de «esto», del turismo y de lo que consiguen sacar del «turista», bien sea porque lo llevan a una tienda de un conocido y se llevan una comisión, bien porque ese conductor te cobra algo más de dinero, etc.
Al final, terminamos dando propinas a casi todo el mundo, muchas veces incluso más dinero en la propia propina, que en lo que nos había costado por ejemplo, un trayecto en tuk-tuk.
5.- Esperanza y bienestar
Una de las sensaciones más bonitas que pudimos sentir vino dada por la convivencia en paz y armonía, en algunas zonas que no en todas, de las distintas religiones que tiene presencia en India.
No es raro encontrar un templo hindú junto a uno jainista, una mezquita cerca de un templo budista, o un templo Sij frente a una mezquita. La tolerancia entre las diferentes religiones en este país nos generó esperanza de que en algún momento, aquellos que habitan en otros países, tomen ejemplo, y se puedan acabar las guerras por causa de la religión, creencias o etnias.
Fue maravilloso ver como nos intentaban explicar y hacernos entender la simbología de un templo hindú, o como en el Templo Sij de Amritsar, el más importante de esta religión, se da de comer todos los días de manera gratuita a miles de personas, y todo el mundo es bienvenido.
Poder disfrutar de la espiritualidad de estos lugares sagrados, nos hizo disfrutar mucho del país, y sentir un estado de bienestar cada vez que visitábamos un templo, fuera de la religión que fuera.
Nota: Aquí abrimos un inciso, y os detallamos una situación que nos contaron, aunque de refilón, ya que solo hablamos con hindús. El actual presidente del país, lleva años ejerciendo una fuerte presión sobre la población musulmana del país. La situación cada vez es más tensa, llegando a producirse incluso ataques a comunidades musulmanas en diferentes estados del país. No podemos hablar con fundamento, pero por las noticias que hemos leído y las políticas que pretende aplicar el presidente, que se enfrenta a la reelección, dentro de unos años India puede haber perdido la esencia y el respeto por la convivencia de las religiones. Esperamos equivocarnos.
6.- Miedo y culpa
India es un país sucio, con condiciones higiénicas que distan mucho de ser las adecuadas, tanto en alimentos, como en edificios, infraestructuras, hoteles y en casi todos los elementos que os rodearán en vuestro viaje. Ojo, no en todos lados, pero si os gusta explorar, visitar, recorrer y sentir la India, os encontraréis mucha, pero mucha, suciedad.
Seguramente esto derivó en que nuestra hija mayor enfermara, con varios días con fiebres muy altas, muchos dolores estomacales, molestias intestinales, mareos, angustias, y una larga lista de síntomas que nos hicieron asustarnos muchísimo.
En este momento surgió el miedo y la culpa, miedo porque fuera algo grave, estando además en una ciudad algo alejada de las principales urbes, donde podían prestarnos una atención sanitaria de calidad.
Y también culpa, por ser nosotros los que hemos tomado la decisión de viajar a una país como India, con medidas de calidad e higiénicas de los alimentos, que no son las óptimas para la alimentación de un niño.
Pero para todo esto, siempre contratamos un seguro de viaje en condiciones, que hasta ahora, por suerte, nunca habíamos tenido que usar.
Nos pusimos en contacto con el seguro, y en menos de 1 hora estábamos en una clínica haciéndole una prueba de malaria, una ecografía, analítica de sangre y orina y varias pruebas para determinar que le sucedía y mandarle un tratamiento.
Por suerte, fue una simple infección intestinal provocada casi con total seguridad con algún alimento en mal estado. Por ello, nuestra recomendación, es tener mucha precaución donde coméis, y a ser posibles siempre productos cocinados.
7.- Diversión y disfrute
En la India nos divertimos mucho, nos reímos mucho, y lo pasamos francamente bien durante el viaje, y esas sensaciones, esos recuerdos y esos momentos, han hecho de India un destino inolvidable.
La India tiene lugares bonitos hasta decir basta, preciosos templos Jainistas, mausoleos funerarios maravillosos, fortalezas inexpugnables, gente divertida, comida deliciosa y miles de planes divertidos que os harán disfrutar a cada momento, y con ello, os crearán unos recuerdos imborrables del país.
8.- Tristeza, frustración y vergüenza
Como decíamos, aquí no veréis fotos de pobreza, suciedad extrema, etc., no creemos que tengamos derecho a exponer determinadas situaciones personales que viven muchas personas en India.
Este punto casi merecería un artículo aparte, y os puede afectar más o menos en vuestro viaje en función de vuestra forma de ser, pero nosotros lo pasamos muy mal por la calidad de vida de muchas personas en India.
Aunque se supone que legalmente el sistema de castas dejó de existir hace muchos años, oficiosamente sigue más vivo que nunca. Y aunque en las zonas más modernas está menos presente, en el mundo rural, será muy difícil que se erradique.
La diferencia de clases en India está a la orden del día y la pobreza es algo visible a cada paso, con gente no solo pobre, sino que viven en la indigencia. Esto provoca que alguien que nace muy pobre tendrá muy difícil salir de la pobreza, por no decir imposible.
Quizás era para lo que íbamos menos preparados, y sobre todo para situaciones como por ejemplo, ver a ancianos mendigando por la calle, niños pequeños descalzos, mugrientos y ayudando en tareas adultos, y todo lo que la pobreza social conlleva, que nos provocó una sensación de profunda tristeza, frustración y vergüenza.
Un país como India que quiere despuntar en el campo económico y tecnológico, es una de las economías emergentes más potentes y aspira a convertirse en una potencia mundial, es ridículo y bochornoso que no pueda atajar con esta lacra para su pueblo.
9.- En resumen, Amor, Añoranza y Deseo de Volver
Pero a pesar de los muchos sentimientos negativos sentidos, la balanza de nuestro periplo por India fue muy positiva, y volvimos enamorados de un país dinámico y vibrante, y añorando los días tan intensos que vivimos y con deseos de poder volver a seguir conociendo distintas zonas del país.
Porque la India es mucho más que amor u odio, la India es un país maravilloso, con grandes choques culturales, con sentimientos agridulces, pero con mucho que ofrecer al visitante, mucho que poder disfrutar y vivir de manera muy intensa, porque en la India no solo «la viajaréis», sino que «la viviréis».
Así que nuestra recomendación final es… Visitar India, el país que os hará sentir.
Amante de los viajes con mochila, y siempre pensado en el próximo viaje, y en transmitir a mis hijas la pasión por viajar y por conocer mundo, culturas, religiones y vivir nuevas experiencias. Viajar es educar, viajar es comprender, viajar es empatizar. Viajar es el mejor regalo que les puedo ofrecer.
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Hola Víctor,
muy buenos vuestros posteos. Y las imágenes, fantásticas. Felicitaciones.
Qué cámara utilizas?.
Saludos cordiales.
Ignasi
Pues muchísimas gracias Ignasi, nos da mucha alegría oír estas palabras. En cuanto al equipo fotográfico actualmente usamos un «mix» de móvil y cámara. Después de viajar muchos años cargados con cámaras reflex, hemos dado un paso hacía viajar más ligero y el equipo nos está dando buenos resultados, en concreto usamos un Iphone 13 pro y una cámara Sony RX100 VII, un combo perfecto, ligero y con buena calidad fotográfica.
Saludos