Jijona es conocida por muchísima gente por la cuna del Turrón, pero lo que mucha gente desconoce es que en su amplío término municipal, cuenta con interesantes puntos naturales. En este artículo os vamos a hablar de la Ruta a la Penya Migjorn, una de las montañas más emblemáticas de la localidad turronera.
Ruta a la Penya Migjorn, Jijona – PR-CV 212
La Penya Migjorn es uno de los símbolos de la localidad de Xixona, y se dice, que los pescadores la usaban de referencia cuando bordeaban la costa de El Campello. La Penya Migjorn o Peña Roja, como también es conocida, aparece omnipresente en nuestro camino de llegada a la localidad.
La peña, que alcanza en su vértice geodésico los 1226 metros de altura, mirando por encima del hombro a la archiconocida Sierra de la Carrasqueta, es una montaña que llevábamos tiempo deseando ascender.
Su figura está marcada con las enormes paredes que flanquean a la cima, las cuales le dan un aspecto de barrera infranqueable. Otro de los puntos que llaman la atención del Migjorn, son los buitres que la sobrevuelan constantemente, que añaden dramatismo a la subida, a la par que hace que te embeleses contemplándolos.
Según parece, las aves que aquí se han establecido, proceden de las colonias de repoblación que se han introducido en las Sierras de Mariola, nidificando y asentándose en esta zona gracias a no ser una montaña muy transitada.
Aunque la ruta completa a la Penya Migjorn se corresponde al sendero PR-CV 212, el cual parte del propio pueblo de Jijona, alcanzando una distancia de algo más de 12 kilómetros, en nuestro caso, decidimos acortarlo un poco, como ahora os detallaremos.
Datos técnicos y mapa de la ruta
Como decíamos, la subida a la Penya Migjorn, se puede comenzar desde el propio pueblo de Jijona, pero en nuestro caso, optamos por aligerar un poco la ascensión, evitando el ascenso desde el pueblo.
Para ello, dejamos el coche en el Área Recreativa Font dels Bassons, desde donde iniciamos la ruta. Aunque incluso la propia web del Ayuntamiento de Jijona, indica un inicio posible en el Pla de Gacimal, hay un cartel que indica la prohibición de acceder y aparcar en esa zona, excepto residentes. Con lo que os recomendamos dejar el coche en el área recreativa, ya que solo haréis aproximadamente un kilómetro más.
Recordar, que desde la propia Generalitat Valenciana se están intentando establecer controles en los accesos a las zonas naturales, y se están imponiendo sanciones a quien incumple las normativas de acceso.
La ruta a la penya se puede hacer de manera circular, subiendo por una vertiente y bajando por la otra, o directa ida y vuelta por la misma. La distancia total de la ruta desde este punto será cercana a los 9 kilómetros, realizando la ruta de manera circular, con un desnivel acumulado próximo a los 800 metros de ascenso.
En nuestro caso, optamos por subir por la zona más directa y complicada, y bajar por la zona más sencilla, aunque más larga.
Se trata de una ruta complicada para hacer con niños, ya que el ascenso acumulado es bastante elevado, y la zona de ascenso más directa a la cumbre tiene bastante desnivel, y zonas con cierto peligro, por lo que deben ser niños con experiencia y resistencia en rutas de senderismo.
Descripción de la ruta y puntos de interés
La zona recreativa de la Font dels Bassons, se encuentra situada a la salida de Xixona dirección Tibi. Cuenta con varias mesas de pícnic, y suficiente sitio para dejar el coche sin problemas.
Al final del área recreativa dirección norte, encontramos un camino que nos lleva hasta una pequeña carretera, la cual tomaremos hacia el interior, y a unos 300 metros, encontraremos la primera indicación de la ruta.
Esta primera indicación es francamente optimista con el tiempo, ya que nos indica una distancia a la cima de 3675 metros, y una duración de 1 hora 10 minutos, la cual no creemos que sea muy realista, salvo que seas una persona con una condición física muy alta.
Siguiendo la carretera que sube dirección a la penya, ya comenzamos a ver su fisonomía, y pasamos por el anteriormente nombra Pla de Gacimal, donde encontramos un chalet bastante grande y algunos coches aparcados, cosa que como os decimos, no os aconsejamos.
En algo menos de 1 kilómetro, la pista asfaltada se acaba y continuamos por un camino con un ascenso pronunciado, que nos va ofreciendo unas preciosas vistas del entorno.
Llegados a un punto, y aunque el camino vira a derechas, veremos una indicación que nos marca el sendero, recordar PR-CV 212, y que nos indicará que llevamos aproximadamente 1 kilómetro, y que para la cima solo nos quedan algo menos de 3, parece poco, verdad….
El sendero a partir de este momento, pasa a ser estrecho y pedregoso, y bastante empinado, pero todavía amable para transitar.
Llegados a un árbol, nos costará ver una señal tumbada, y un mojón que identifica los dos senderos posibles, el ascenso más directo, sendero de la izquierda, y el ascenso más suave, que bordea la sierra por la zona derecha y sube a cima por la parte posterior de la peña.
Nosotros, valientes y pensando en que era mejor la subida con las niñas por la parte difícil, que la bajada por esa misma zona, optamos por tomar la vía directa. Al principio la senda continua similar a como veníamos ascendiendo anteriormente. Pero conforme nos aproximamos a las paredes de la peña, el sendero se estrecha y comienza a empinarse de manera considerable para quien no esté acostumbrado a ascender montañas.
La senda comienza a ascender bordeando hacia la izquierda las paredes verticales tan llamativas de la sierra. Paredes que, aunque podamos pensarlo, no son la cima de la Penya Migjorn, sino que forma parte de la cresta superior pero no son el punto más alto.
Conforme vamos ganando altura, las vistas son preciosas, con la Bahía de Alicante al fondo, mereciendo completamente el esfuerzo que se va realizando.
Flanqueando por la izquierda las paredes verticales, comenzaremos la ascensión hacia la cima por la parte más complicada, en la que en algunos puntos deberemos trepar por una pared bastante vertical.
Es un punto con cierto riesgo, sobre todo si como en nuestro caso, vais con niños. Así que recomendamos que, si la hacéis con ellos, sean niños habituados a andar por la montaña y con agilidad.
El sendero nos llevará a la cresta de la montaña, donde deberemos coger el sendero que sale dirección al mar, para llegar a la cima, donde encontraremos el punto geodésico a 1226 metros de altura.
La subida nos llevó aproximadamente unas 2 horas y media, haciendo varias paradas para que las niñas descansaran de la subida.
Las vistas desde la cima de la Penya Migjorn son de las más chulas de “los Miles” de Alicante, ofreciéndonos una amplía visión de la comarca, con el Cabeçó d`Or a nuestra izquierda, la Bahía de Alicante al frente y el Maigmó a nuestra derecha.
Tras la parada y avituallamiento de rigor, comenzaremos el descenso de la cima, llegando a un punto en que la senda se bifurca, pudiendo elegir entre continuar un sendero por la cresta, o girar a la izquierda, descendiendo por la parte posterior de la sierra.
La división del sendero está señalizada para que no nos confundamos, indicando la senda de la izquierda dirección a la Cova Els Corrals.
Como comentábamos antes, decidimos bajar por este lado, para continuar con la ruta circular que teníamos prevista.
Descendido un tramo, el sendero vuelve a dividirse indicándonos hacía la cueva y una fuente, y hacia Jijona, por la parte trasera de la sierra, viendo la forma de muro que tiene la montaña.
En esta zona, la bajada es larga y tranquila, y se realiza bordea toda la sierra por su espalda, para en un punto pasar al otro lado y descender de nuevo hacia el área recreativa, pasando por algún tramo de camino hacia pequeñas fincas, y volviendo a coger el sendero, llegando al punto donde antes se había dividido el sendero, en las dos vías de ascenso posible.
De vuelta al camino, nos sacudimos de las zapatillas la tierra acumulada, y ponemos rumbo al área recreativa donde comimos tranquilamente, pensando en nuestra próxima ruta.
Amante de los viajes con mochila, y siempre pensado en el próximo viaje, y en transmitir a mis hijas la pasión por viajar y por conocer mundo, culturas, religiones y vivir nuevas experiencias. Viajar es educar, viajar es comprender, viajar es empatizar. Viajar es el mejor regalo que les puedo ofrecer.
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