Una Fortaleza, significado del nombre árabe Alarcón, es lo que nos encontramos cuando vemos por primera vez la villa conquense, una preciosa fortaleza protegida por las hoces del río Júcar.
En nuestro caso, decidimos visitarla mientras pasábamos unos días en Enguídanos, disfrutando de la belleza de la serranía baja de Cuenca, y de lugares naturales tan interesantes como las Chorreras.
Alarcón qué ver y visitar
La villa de Alarcón se encuentra situada a unos 90 kilómetros de Cuenca, construida sobre un cerro de más de 800 metros de altura junto a una de las hoces del río Júcar.
Con presencia íbera y romana, no es hasta la ocupación árabe, cuando la ciudad adquiere el perfil fortificado que en parte hoy observamos.
Declarada Conjunto Histórico Artístico y con varios de sus monumentos catalogados como Bien de Interés Cultural de la provincia de Cuenca, la villa tiene muchos elementos que ver y visitar en un día.
Reconquistada por Alfonso VIII, de manos de los árabes, y protegida desde entonces por los Reyes de Castilla, el señorío de Alarcón perteneció al Marquesado de Villena y al Reino de Castilla, según las épocas.
Castillo de Alarcón
Sin lugar a dudas el Castillo de Alarcón es el alma de la villa, este precioso castillo amurallado, construido sobre la antigua fortaleza árabe, marca el perfil de la localidad.
Declarado Bien de Interés Cultural, el castillo está compuesto por una imponente Torre del Homenaje, las almenas que la rodean, y todo el recinto amurallado que rodea la villa al completo, quedando la población en su interior.
El castillo sufrió un grave deterioro pasada la Edad Media, y no es hasta 1963, con la expropiación del castillo por parte del Ministerio de Información y Turismo, cuando se llevó a cabo la rehabilitación del castillo y convirtiéndolo en el Parador Nacional de Turismo Marques de Villena.
Hoy en día se ha convertido en uno de los alojamientos más chulos de la red de paradores de España, no siempre se puede dormir en un castillo.
No obstante, pese al ser convertido en alojamiento, todavía se puede visitar parte de su interior y alguna de las zonas comunes, pudiendo disfrutar de la belleza de este precioso castillo de origen árabe.
Murallas y torres del recinto defensivo
Formando parte del recinto defensivo de Alarcón, tenemos las murallas que protegen toda la población, y que forman una preciosa silueta de villa amurallada, que nos recordó en cierto modo a unas de las ciudades medievales más bellas de las que hemos visitado, Morella.
Compuesto por tres murallas, con diferentes puertas y torreones defensivos, la muralla sigue el perfil de la colina donde se asienta la población.
En cada acceso a la ciudad, encontramos una puerta fortificada, como por ejemplo la Puerta del Calabozo, y la torre del mismo nombre, que protegen el acceso principal a la ciudad, por la carretera.
En la zona del río, encontramos la Puerta del Río, con su torre, por donde accedían en su día las mercaderías que llegaban por el río, para abastecer el pueblo.
Iglesia de Santo Domingo de Silos
Esta iglesia, con origen en el siglo XII, se encuentra convertida hoy en día en auditorio y salas para reuniones y eventos.
Los elementos que más destacan son su torre cuadrada, y su ábside semicircular, que data de la primera construcción, el resto de la arquitectura de la iglesia proviene de las modificaciones y ampliaciones que se hicieron durante los siglos XV y XVI.
Ayuntamiento de Alarcón
Se trata de un bello edificio con un bonito soportal de cinco arcos, que se encuentra ubicado en la plaza del Infante Don Juan Manuel.
Antiguo palacio, albergaba al Concejo de Alarcón, tiene su origen en el siglo XVI, y tiene un marcado estilo renacentista.
Centro de Arte Contemporáneo de la Pintura Mural de Alarcón
Este centro, el cual no pudimos visitar por encontrarse cerrado, se ubica en una antigua iglesia, la cual ha sido reutilizada para albergar el centro de arte.
Su mayor patrimonio son los Murales de Alarcón, la obra realizada por el artista Jesús Mateo, unos impresionantes murales que contaron con el soporte de la UNESCO en forma de patrocinio, y a los cuales les concedió la protección declarándolos de interés artístico mundial.
Os recomendamos consultar los horarios de visita, para que no os pase como a nosotros.
Callejear por Alarcón
Pero creemos que uno de los mayores placeres de Alarcón es callejear por la villa sin rumbo, y disfrutar de estas antiguas callejuelas medievales.
Gran parte de la belleza de la localidad se encuentra en los pequeños detalles, en las esquinas y tejados de estas antiguas casas.
Sendero de la Hoz de Alarcón PR-CU 71
Para completar la visita a Alarcón, no hay nada mejor que disfrutar de una ruta senderista siguiendo la Hoz de Alarcón, se trata de la PR-CU 71.
En nuestro caso, llegamos pronto a Alarcón, y realizamos la ruta antes de visitar la localidad. Es una ruta relativamente sencilla, que se puede hacer con niños sin ningún problema.
La distancia es de unos 8 kilómetros, sin apenas desnivel. Se trata de una ruta circular que parte desde una zona de aparcamiento en el pueblo, junto a la Puerta de Chinchilla, para tomar dirección hacia el monte, y la ruta nos llevará, dando una vuelta por el monte, al inicio de la hoz que bordea el pueblo.
La parte más bonita de la ruta es la final, conforme nos acercamos al pueblo, ya que discurre pegada al río, y pasamos por un mirador, y por varias torres defensivas.
Alarcón es una de esas ciudades medievales, que han sabido mantener gran parte de su encanto, y bien merece una visita si os encontráis en la provincia de Cuenca.
También os recomendamos visitar las cercanas Chorreras del Cabriel, en Enguídanos, una maravilla geológica esculpida por el río Cabriel.
Amante de los viajes con mochila, y siempre pensado en el próximo viaje, y en transmitir a mis hijas la pasión por viajar y por conocer mundo, culturas, religiones y vivir nuevas experiencias. Viajar es educar, viajar es comprender, viajar es empatizar. Viajar es el mejor regalo que les puedo ofrecer.
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